Desde hace ya varios años viene celebrándose la llamada Peregrinación Summorum Pontificum a la ciudad de Roma, ad Petri Sedem, con el objeto de aglutinar en ella a los fieles de la liturgia tradicional en la veneración de la Sede Apostólica. Aunque habitualmente la peregrinación se efectúa en el mes de octubre, en torno al domingo de Cristo Rey, en el presente año 2017, con ocasión del X aniversario del motu proprio Summorum Pontificum de S.S. Benedicto XVI, la peregrinación adelantó su fecha, para hacerla coincidir con la de entrada en vigor de dicho documento pontificio, que tanto ha contribuido a la difusión de la liturgia tradicional en la Iglesia. La organización de la peregrinación corre a cargo de las asociaciones Giovani e Tradizione y Amicizia Sacerdotale Summorum Pontificum.
Con motivo de dicho X aniversario, en el presente año, y por primera vez, han participado en la peregrinación varios integrantes de las asociaciones y grupos que en distintas diócesis de Andalucía promueven la liturgia tradicional, y que constituyen la Comisión Misa Tradicional Andalucía. En concreto hubo peregrinos procedentes de las diócesis de Sevilla, Jerez, Huelva, Málaga y Córdoba, sumando un número en torno a la veintena de personas.
Aunque las actividades comenzaron el jueves 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, la mayoría de los peregrinos andaluces llegamos a la Ciudad Eterna en la noche del viernes 15 de septiembre, para los actos de los dos días siguientes.
El día central de la peregrinación Summorum Pontificum fue el sábado 16 de septiembre, en el cual tuvo lugar la procesión hasta la Basílica de San Pedro y la Misa Pontifical celebrada por S.E.R. Monseñor Guido Pozzo, Secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. A las nueve de la mañana, en la iglesia de Santa María in Vallicella (Chiesa Nuova), asistimos a la solemne Bendición Eucarística y rezo del Santo Rosario dirigido por el R.P Jean-Cyrille Sow FSSP, actual párroco de la Iglesia de Ssma Trinità dei Pellegrini, que está a cargo de la Fraternidad de San Pedro. Concluida la bendición, comenzó la espectacular peregrinación hasta la Basílica de San Pedro. La procesión, encabezada por el numeroso clero asistente, agrupado según los distintos institutos religiosos, y seguido por los fieles cantando himnos en una actitud de verdadero recogimiento y piedad, recorrió distintas calles de Roma hasta cruzar el Tíber y entrar por la Vía de la Conciliación en la Plaza de San Pedro.
Ya en la Basílica Vaticana, a las once de la mañana comenzó la Santa Misa pontifical correspondiente a la conmemoración de los Santos Cornelio y Cipriano, en el Altar de la Cátedra de San Pedro. Fue celebrada, como ha quedado dicho, por Mons. Guido Pozzo, que dio lectura a un mensaje enviado por Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, en el que transmitía a todos los asistentes, por encargo de Su Santidad el Papa, la bendición apostólica.
Para esta ocasión, y por cumplirse el décimo aniversario del Summorum Pontificum, se estrenó una magnífica misa polifónica del reconocido compositor italiano Aurelio Porfiri.
Asistieron a la celebración dos cardenales (Burke y Brandmüller), tres obispos (Mons. Viganò, antiguo nuncio en los Estados Unidos, Mons. Laise y Mons. Croci), los padres abades de Fontgombault y del Barroux, varios prelados romanos, alrededor de cuatrocientos clérigos y fieles en gran número, que llenaban completamente la amplia nave del altar de la Cátedra.
Una vez concluida la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, tuvimos el honor de participar en el buffet, organizado por la Federación Internacional Una Voce y Paix Liturgique en honor al clero asistente que tuvo lugar en el palacio Cessi , donde pudimos departir con sacerdotes y fieles procedentes de distintas partes del mundo, y saludar al recien reelegido presidente de dicha Federación, el mejicano D. Felipe Alanís.
El domingo día 17 de septiembre se clausuró la peregrinación con una Misa solemne en rito dominico, celebrada por el R.P. Dominique Marie de Saint-Laumer, Prior General de la Fraternidad de San Vicente Ferrer, en la Iglesia de Ssma. Trinità dei Pellegrini, a las once de la mañana. La magnífica homilía fue pronunciada en francés, con posterior traducción al italiano, por el R.P. Louis-Marie de Blignières, fundador de la Fraternidad San Vicente Ferrer, que puso de relieve cómo el rito de la misa en su forma latina tradicional hace tangibles la vedad sobre Dios, la verdad sobre el hombre y la verdad sobre Jesucristo. Aunque la homilía merece ser leída entera, no nos resistimos a traducir al menos su final: “Y demos gracias a la Iglesia por haber, después de un largo periodo de confusión y de injusticias, devuelto “el honor que le es debido” a este rito que, suave y fuertemente, ha llevado, y todavía llevará, sin duda hasta la Parusía, a tantos hombres, hacia el misterio insondable del sacrificio de Cristo”.
Concluida la peregrinación, y después de visitar las basílicas de S. Juan de Letrán y Sta. María la Mayor, los peregrinos andaluces volvimos a nuestras distintas procedencias dando gracias a Dios por habernos concedido participar en unas jornadas memorables, que nos han hecho renovar nuestra dedicación a la liturgia tradicional, confirmándonos en nuestra devoción por ella, con el deseo de asistir, Dios mediante, el próximo año.